Mi casa es tu casa!

Quiero contarles como nació esta linda y humilde labor que Dios sembró en mi corazón, todos estos niños, o sea estos abuelitos, vienen de los diferentes Hospitales de esta ciudad, como por ejemplo: el Hospital Universitario del Valle, el San Juan de Dios, Isaías Duarte Cancino, Carlos Holmes Trujillo, Mario Correa Rengifo, ahí todas las Trabajadoras Sociales se encargan de enviarmelos en ambulancias, e incluso, me llaman desde las inspecciones de Policia de Los Mangos, El Diamante, Mariano Ramos, entre otras.

“Al principio ellos me decían que estaba loca, pero poco a poco fueron entendiendo la situación. Que la vejez es dura, y más si se está solo”

Al morir su marido, ella y sus seis hijos la ayudan en el amor. Sus vecinas y amigas también están firmes en esta labor dignificante y ejemplar. Devolverles la vida a estos seres humanos que estaban condenados al infierno del olvido y la indiferencia.

Ahora, ellos solo me dicen: “Señora Ana Beiba necesitamos un cupo para un ancianito abandonado”; Y así es como llegan a este hogar y entran en el corazón de Dios y en mi corazón.